Por otro lado, las incidencias en el edificio se solucionaban tarde, y en ocasiones, se solucionaban mal.
Y eso derivaba en un desgaste psicológico que causaba frustración en los vecinos ya que suponía alargar en el tiempo estos problemas en el edificio sin una solución.
Y por si fuera poco, en el edificio había morosidad.
Varios vecinos llevaban tiempo sin pagar sus cuotas y claro, al final las cuentas nunca estaban saneadas y últimamente había un ambiente de mal rollo entre los vecinos que sí pagaban y los que no, que afectaba al bienestar de la comunidad.
Querían poner fin a los problemas de morosidad de una vez por todas, pero el administrador parece que no tomaba acción y decía que era caro hacer eso ya que había que contratar un abogado externo, y que mejor esperar a ver.
Giovanni buscaba solucionar los problemas de la comunidad, lo que pasa es que le frenaba el cambio de administrador.
Resulta que el administrador con el que estaban, al decirle que querían cambiar, le dijo que tenían que pagar una penalización si lo hacían, y me preguntó por esto.